Autora Lilly Briggs, PhD
Versión en español
La palabra esperanza esta surgiendo mucho en el 2020. O desesperanza. O a veces las dos palabras, en una misma hora. Los motores de nuestras montañas rusas emocionales incluen: la pandemia global, incendios forestales fuera de control, y fuegos aún más feroces e inestables en la escena politica de los Estados Unidos, que tienen impactos geopolíticos trascendentales.
Es crítico enfocarnos en ejemplos pequeños, con igual de importancia, a nivel local y que día a día nos dan esperanza dentro de tanta incertidumbre. Personalmente no puedo pensar en un contrapunto mejor al caos que la historia de la Cotinga y el Café.
La Cotinga Turquesa, una especie “casi endémica” es codiciada por las pajareras y los
pajareros, tanto nacionales como internacionales. No solamente se debe a que tiene una distribución limitada a Costa Rica y Panamá, sino también porque es simplemente una especie espectacular. Su apariencia sugiere que salió de las exuberantes aguas del Pacífico, revestida en ese turquesa brillante que da origen a su nombre, en combinación con el violeta rico de su pecho. Luce esos colores tan bien y con tanto brillo que su aparición podría provocar derramar el café caliente sobre su regazo.
¿Qué tiene que ver el Café con la Cotinga?
En tiempos de COVID, negocios pequeños en todo el mundo han estado golpeados
fuertemente. Pero la luminiscencia de la Cotinga Turquesa destaca el hecho de que
cultivando la ética de conservación y apreciación por la naturaleza, puede verse
beneficiada la economía y el medio ambiente, aún durante una pandemia.
“Cholo”, el dueño de Mercado Viriteca en Sabalito de Coto Brus, hizo una decisión
consciente en nombre de la conservación al abrir su negocio en medio de una intersección llena de bullicio. Al frente de una antigua estación de servicio en el centro de Sabalito, es un lugar improbable para encontrar un río y una exquisita vegetación que su local protege. Cuando tomó posesión del local hace cuatro años, dedicó tiempo y energía a limpiar la quebrada. Los Aguacatillos contribuyen a crear un ambiente bonito y relajante para la clientela, y sus frutos son tan atractivos para las aves (no solamente para la Cotinga, también a otras especies especiales como el Quetzal, el Guácharo y el Pájaro Campana), como los granos de café son para los humanos.
Recientemente, el fruto de esta labor del Mercado Viriteca se manifestó con los frutos del Aguacatillo de su patio, para el deleite histérico de la comunidad de pajareras y pajareros locales y más allá. Los Pajareros del Sur cuentan entre la multitud de gente juntándose para fotografiar a la Cotinga comiendo de estos preciados frutos. La cafetería al aire libre y el espacio entre sillas, ofrecen un lugar perfecto, en esta época de distanciamiento social, para poder disfrutar de un buen pinto y la vista de un buen pájaro. Cholo dice que ha hablado con mucha gente de sectores sobre esta increíble especie, acerca de porque los esfuerzos de conservación son tan importantes, y en cómo han ayudado a su negocio.
Es importante de entender las fuerzas grandes estructurales que impactan el mundo entero hasta nuestros contextos locales. Pero es de igual importancia enfocarnos en las acciones positivas que empiezan en nuestros contextos locales, que causan una reacción en cadena, para tener un impacto al revés: de local a global. Entonces, cuando usted empiece a desesperarse sobre las próximas elecciones o debido a
las aves migratorias muertas por causa de los incendios forestales, los animo a recordar también historias como esta. Cómo la Cotinga y el Café han unido a personas que les importa la conservación y la comunidad. Esta historia representa un llamado de esperanza, en un año tan diferente como lo es el 2020.
¡Próximamente compartiremos una entrevista que hicimos con Cholo!
Lilly Briggs, PhD
Directora, Asociación Ambiental Finca Cántaros
San Vito de Coto Brus, Costa Rica
Facebook y Instagram: Finca Cántaros
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