Cotinga y el Café — Parte Uno

Autora Lilly Briggs, PhD

Versión en español

La palabra esperanza esta surgiendo mucho en el 2020. O desesperanza. O a veces las dos palabras, en una misma hora. Los motores de nuestras montañas rusas emocionales incluen: la pandemia global, incendios forestales fuera de control, y fuegos aún más feroces e inestables en la escena politica de los Estados Unidos, que tienen impactos geopolíticos trascendentales.

Es crítico enfocarnos en ejemplos pequeños, con igual de importancia, a nivel local y que día a día nos dan esperanza dentro de tanta incertidumbre. Personalmente no puedo pensar en un contrapunto mejor al caos que la historia de la Cotinga y el Café.

Turquoise Cotinga, foto de David Arias Rodríguez

La Cotinga Turquesa, una especie “casi endémica” es codiciada por las pajareras y los
pajareros, tanto nacionales como internacionales. No solamente se debe a que tiene una distribución limitada a Costa Rica y Panamá, sino también porque es simplemente una especie espectacular. Su apariencia sugiere que salió de las exuberantes aguas del Pacífico, revestida en ese turquesa brillante que da origen a su nombre, en combinación con el violeta rico de su pecho. Luce esos colores tan bien y con tanto brillo que su aparición podría provocar derramar el café caliente sobre su regazo.

¿Qué tiene que ver el Café con la Cotinga?
En tiempos de COVID, negocios pequeños en todo el mundo han estado golpeados
fuertemente. Pero la luminiscencia de la Cotinga Turquesa destaca el hecho de que
cultivando la ética de conservación y apreciación por la naturaleza, puede verse
beneficiada la economía y el medio ambiente, aún durante una pandemia.

“Cholo”, el dueño de Mercado Viriteca en Sabalito de Coto Brus, hizo una decisión
consciente en nombre de la conservación al abrir su negocio en medio de una intersección llena de bullicio. Al frente de una antigua estación de servicio en el centro de Sabalito, es un lugar improbable para encontrar un río y una exquisita vegetación que su local protege. Cuando tomó posesión del local hace cuatro años, dedicó tiempo y energía a limpiar la quebrada. Los Aguacatillos contribuyen a crear un ambiente bonito y relajante para la clientela, y sus frutos son tan atractivos para las aves (no solamente para la Cotinga, también a otras especies especiales como el Quetzal, el Guácharo y el Pájaro Campana), como los granos de café son para los humanos.

Recientemente, el fruto de esta labor del Mercado Viriteca se manifestó con los frutos del Aguacatillo de su patio, para el deleite histérico de la comunidad de pajareras y pajareros locales y más allá. Los Pajareros del Sur cuentan entre la multitud de gente juntándose para fotografiar a la Cotinga comiendo de estos preciados frutos. La cafetería al aire libre y el espacio entre sillas, ofrecen un lugar perfecto, en esta época de distanciamiento social, para poder disfrutar de un buen pinto y la vista de un buen pájaro. Cholo dice que ha hablado con mucha gente de sectores sobre esta increíble especie, acerca de porque los esfuerzos de conservación son tan importantes, y en cómo han ayudado a su negocio.

Es importante de entender las fuerzas grandes estructurales que impactan el mundo entero hasta nuestros contextos locales. Pero es de igual importancia enfocarnos en las acciones positivas que empiezan en nuestros contextos locales, que causan una reacción en cadena, para tener un impacto al revés: de local a global. Entonces, cuando usted empiece a desesperarse sobre las próximas elecciones o debido a
las aves migratorias muertas por causa de los incendios forestales, los animo a recordar también historias como esta. Cómo la Cotinga y el Café han unido a personas que les importa la conservación y la comunidad. Esta historia representa un llamado de esperanza, en un año tan diferente como lo es el 2020.

¡Próximamente compartiremos una entrevista que hicimos con Cholo!

Lilly Briggs, PhD

Directora, Asociación Ambiental Finca Cántaros 

San Vito de Coto Brus, Costa Rica

Facebook y Instagram: Finca Cántaros

 

Cotinga and a Coffee — Part 1

Hope is coming up a lot in 2020. Or hopelessness. Or both, sometimes within the same
hour.


The engines of our emotional rollercoasters include but aren’t limited to: the global
health pandemic, raging forest fires, and the even more ferocious and volatile political
fires in the US, which for better or worse have far-reaching geopolitical impacts.
The need to focus on small but equally impactful everyday, local examples of hope have
never been more important. I can’t think of anything better in our community as a counterpoint to the chaos than the Cotinga and a Coffee story.

The Turquoise Cotinga is coveted by national and international birders alike, as a “near-
endemic” species. Not only special because of its limited distribution in Costa Rica and
Panama, but also because it is simply spectacular. It looks like it emerged from exquisite
Pacific waters permanently coated in the bright turquoise that gives rise to its name,
complete with a rich purple accent on the chest. It wears these colours so well and so
vibrantly that its appearance could provoke you to spill hot coffee all over your lap.

Where does coffee come in?
In COVID times, small businesses have been hit hard. But the Turquoise Cotinga’s
luminescence shines a spotlight on how cultivating a conservation ethic and appreciation
for nature can benefit the environment and the economy, even during a pandemic.

“Cholo,” the owner of Mercado Viriteca in Sabalito de Coto Brus, made a conscious
conservation decision when opening his business in the middle of a bustling intersection.
Across from the abandoned gas station in downtown Sabalito, it is an unlikely place to
find the rushing river and lush forest patch that Cholo’s establishment protects. When he
took over the location four years ago, he dedicated time and energy to cleaning up the
creek. Aside from creating a relaxing ambient for his clientele, the fruits of the
Aguacatillo trees in this patch are as attractive to birds (not only the Cotinga, but other
special species such as the Resplendent Quetzals, Oilbirds and Three-Wattled Bellbirds)
as caffeinated beans are to humans.

Recently, the fruits of his labour were manifested in the Aguacatillo’s fruits attracting the
Turquoise Cotinga to the hysterical delight of the local birding community and beyond.
The Pajareros del Sur are among the masses flocking to Viriteca’s patio to photograph the
Cotinga or to simply admire it over their gallo pinto. The outdoor venue and spacing
between seats are especially advantageous in an era of social distancing. Cholo says he
has talked to people from all walks of life and all ages about this incredible bird, why
conservation efforts are important, and how they have helped his business.

It’s important to understand the larger forces at work and how they trickle down to each
of our local contexts. But it’s equally important to focus on the “trickle-up” effect of
these positive local actions, and the collective impact they have on the world.
So when you start to despair about the upcoming elections or the migratory birds killed in
the forest fires, I encourage you to also remember the many people who still care enough
to support a local business that conserves habitat for beautiful birds and other species.

Stay tuned for an interview with Cholo: Part 2 of Cotinga and a Coffee

Photo by David Arias Rodriguez

Lilly Briggs, PhD, Director of Finca Cántaros Environmental Association