Santa Cecilia Students Apprentice with CRBO/Los Estudiantes de Santa Cecilia Aprenden con CRBO

Ever held a hummingbird in your hand and felt it’s heart beating at close to 1000 beats per minute? This week students from Santa Cecilia School had that very experience under the watchful and experienced eye of Pablo ‘Chespi’ Elizondo and his team of skilled mist netters from the Costa Rica Bird Observatory (CRBO).

Chespi Elizondo and CRBO conduct regular monitoring of bird species throughout the country using a technique known as mist netting. In mist netting, birds are humanely captured and collected after they become entangled in delicate and lightweight 10-meter long nets. The birds are gently removed from the nets and then taken back to a data collection station where they are weighed and measured. Santa Cecilia school students not only watched these scientific endeavors but also took part!

The young scholars also helped the CRBO crew in gathering more scientific data, such as each bird’s age, sex (if possible), breeding status and general health. The birds are also given a numbered band, which is attached to the leg. Not surprisingly, a significant number of the mist netted birds show up with a numbered band already in place! Collection of data from these previously tagged birds can provide great insight into bird migration patterns and longevity.

Earlier this year these same Santa Cecilia School students successfully completed the Detectives de Aves curriculum with instructor Eugenio Garcia and assistant Helen LeVasseur. But mist netting with CRBO has allowed the students that rare opportunity to get up close and personal with some of Costa Rica’s most beautiful and delicate bird species and to be a part of actual science in action.

A rare opportunity was also afforded the San Vito Bird Club, Pablo ‘Chespi’ Elizondo and his CRBO team of mist netters…the opportunity to observe that look of awe and wonder that shines in the eyes of a child.

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¿Alguna vez sostuvo un colibrí en sus manos y sintió que su corazón palpitaba a 1000 latidos por minuto? Esta semana, estudiantes de la Escuela de Santa Cecilia tuvieron esa misma experiencia bajo la mirada experta y vigilante de Pablo ‘Chespi’ Elizondo y su equipo de hábiles colocadores de redes del Costa Rica Bird Observatory (CRBO).

Chespi Elizondo y CRBO condujeron un monitoreo regular de las especies en el país utilizando una técnica conocida como “redes de niebla”. En las redes, los pájaros son capturados de manera humana y recolectados cuando quedan atrapados en la delicada y liviana red de 10 metros. Las aves son gentilmente liberadas de las redes y luego llevadas a una estación de recolección de datos, donde son medidas y pesadas. Los estudiantes de la Escuela de Santa Cecilia no solamente observaron estos esfuerzos, sino que ¡además tomaron parte en ellos!

Los jóvenes intelectuales ayudaron también al equipo de CRBO a recoger más datos científicos, como la edad de las aves, el sexo (cuando fue posible identificarlo), status reproductivo y salud general. Las aves fueron identificadas con un brazalete numerado, que se coloca en una de sus patas. Como era de esperar, ¡una cantidad significante de pájaros aparecían con un brazalete ya en su pata! La recolección de datos sobre estas aves previamente catalogadas puede aportar información sobre patrones de migración y longevidad.

Más temprano este año, estos mismos estudiantes de la Escuela de Santa Cecilia finalizaron exitosamente el currículo de Detectives de Aves con el instructor Eugenio García y su asistente Helen LeVasseur. Pero trabajar con las redes de niebla ayudó a los estudiantes a tener un acercamiento personal con algunas de las especies de aves más bellas y delicadas de Costa Rica, a la vez que toman parte de una empresa científica.

Una experiencia poco común fue también dada al San Vito Bird Club por Pablo ‘Chespi’ Elizondo y su equipo de CRBO, la oportunidad de observar esa mirada de sobrecogimiento y el brillo en los ojos de un niño.

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